Comprometerse con la salud -seguir una dieta nutritiva y mover el cuerpo con regularidad- es algo maravilloso. Pero a veces podemos caer en la trampa de centrarnos tanto en un objetivo de peso específico o en otro aspecto más superficial de lo que creemos que significa estar ‘en forma’ que acabamos perdiendo de vista nuestras intenciones originales de estar más sanos y felices con nuestro cuerpo. ¿Cómo podemos cambiar de perspectiva y dejar de fijarnos en el número que muestra la báscula para concentrarnos en la salud y el bienestar generales?

La buena salud empieza por una buena relación con tu cuerpo

 

Muchos de nosotros tenemos una actitud crítica hacia nosotros mismos que se traduce en dietas duras y regímenes de ejercicio insosteniblemente intensos. En cambio, cuando intentamos llevar un estilo de vida más saludable, necesitamos adoptar un actitud de compasión.

La forma física es diferente para cada cuerpo; para empezar a desarrollarte y mejorar tu forma física general, primero debes aceptarte tal y como eres.  Esta aceptación radial forma una base sobre la que puedes empezar a fortalecer y entrenar tu cuerpo con una actitud más amable, lo que producirá resultados mucho mejores a largo plazo.

Establecer objetivos de salud

 

A veces puede ser útil dejar de lado la báscula y crear una lista o un tablero de objetivos personales que tienes para tu viaje de salud. Hazte preguntas como: ¿cómo quiero sentir mi cuerpo? ¿Qué me gustaría ser capaz de lograr físicamente?

Piense en fijarse objetivos de salud SMART, es decir, específicos, mensurables, alcanzables, realistas y relacionados con el tiempo.

Algunas cosas totalmente CONTRARIAS a la consecución de tus objetivos de fitness

• Saltarse comidas
• Dietas yo-yo
• Avergonzarse por comer en exceso
• Autoevaluación negativa
• Entrenamientos constantes pero intensos

 

Algunas cosas totalmente PRODUCTIVAS para lograr tu objetivo de fitness

• Encontrar compañeros de ejercicio que le ayuden a motivarse para seguir un programa de entrenamiento.
• Encontrar una actividad física que sea divertido para ti
• Cambiar de rutina y probar diferentes tipos de deportes y ejercicios
• Comer una gran variedad de frutas y verduras

La comida es combustible

 

En lugar de ver la comida sólo en términos de calorías, intenta comprender que la comida es el combustible para tu cuerpo. Adherirse a una dicotomía estricta de alimentos buenos frente a malos puede hacer que seas demasiado rígido con tu dieta. En su lugar, intente alimentarse alimentos integrales ricos en nutrientes de forma regular, te sentirás mejor en tu piel y rendirás más en el gimnasio, porque es un sustento adecuado y proporciona a tu cuerpo la energía que necesita para funcionar.

Consuma alimentos variados y trate de escuchar a su cuerpo: cuando esté lleno, deje de comer, y cuando tenga hambre, aliméntelo. Esto puede parecer demasiado simplificado, pero es porque la mayoría de nosotros tenemos un montón de historias y vínculos emocionales en torno a la comida que hacen que nuestros hábitos alimentarios no sean beneficiosos para nosotros. Si nos centramos en cómo la comida que nos metemos en la boca hace sentir a nuestro cuerpo, podemos empezar a construir un enfoque más saludable de su dieta.

Para terminar

 

En pequeños cambios saludables a tu estilo de vida es clave para una forma física sostenible a largo plazo. En centrar su atención en lo que significa para usted un cuerpo sano y qué es exactamente estar sano, puedes empezar a dejar de obsesionarte con el ‘peso perfecto’.

Esto no quiere decir que, si tienes problemas de salud asociados a tu peso, no debas hacer cambios para controlarlo. Lo que queremos destacar es que centrarse únicamente en las cifras e ignorar otros aspectos de la salud puede ser perjudicial.

Sólo tenemos un cuerpo. Tratémoslo bien.