La coherencia por encima de la perfección
El enfoque “todo o nada” le está defraudando
5 de enero de 2025
Cuando se trata de entrenar, ya sea para mejorar la fuerza, la forma física o la salud en general, muchos caemos en la trampa de pensar que tenemos que ser perfectos para tener éxito. Empezamos con grandes objetivos, grandes expectativas y calendarios rígidos. Pero luego pasa lo que pasa: te saltas un entrenamiento, pierdes la motivación y, de repente, sientes que todo está perdido y tiras la toalla. Este enfoque de todo o nada puede ser uno de los mayores obstáculos para el éxito a largo plazo. La verdad es que la constancia siempre vence a la perfección, incluso durante las vacaciones.
El problema del todo o nada
La mentalidad del “todo o nada” sugiere que si no se puede hacer algo a la perfección, no tiene sentido hacerlo. Si te pierdes un entrenamiento, sientes que has fracasado. Entonces abandonas por completo y esperas a la semana o el mes siguiente para volver a empezar. Este ciclo puede conducir a una falta de progreso, lo que puede resultar frustrante y desmoralizador..Cuando se trata de objetivos de salud o forma física, a menudo esperamos la perfección instantánea. ¿Cuál es el resultado? Agotamiento, poca motivación y escasos progresos. La realidad es que el progreso no exige perfección, sino constancia, semana tras semana, incluso cuando las cosas no son perfectas.
Por qué la constancia es más importante que la perfección
1. Los pequeños pasos conducen a grandes cambios
El progreso es acumulación. Hacer algo - cualquier cosa - de forma constante crea hábitos con el tiempo. Si haces ejercicio durante 20 minutos tres veces por semana, suman más de 50 horas de ejercicio al año. Un entrenamiento perdido aquí o allá no descarrilará su progreso, pero saltarse semanas seguidas sí lo hará. El objetivo es seguir avanzando, aunque sólo sea un pequeño paso.
2. Mejora con el tiempo
La constancia le permite aprovechar sus esfuerzos anteriores. Cuanto más entrenes, más mejorarás. Si esperas al momento “perfecto” para entrenar -cuando estés 100% motivado o tengas la rutina de entrenamiento perfecta- te perderás las ganancias incrementales. En fitness, cada sesión cuenta, incluso las que no parecen ideales.
3. Formación de hábitos
Los hábitos son los cimientos del éxito. Cuando realizas un comportamiento de forma constante, se convierte en automático. La motivación sólo te llevará hasta cierto punto. Al realizar pequeñas actividades con regularidad -ya sea un paseo de 10 minutos o una sesión rápida de ejercicio- se crean hábitos positivos que favorecen la salud a largo plazo. y fitness automáticos y mucho más fáciles de mantener.
4. Resiliencia mental
La constancia también refuerza la fortaleza mental. Cuando te comprometes a dar la cara, incluso cuando no te apetece, te entrenas para superar los retos. Esta capacidad de recuperación no sólo afecta a la forma física, sino también a la manera de afrontar la vida. Con el tiempo, desarrollarás una mentalidad que abraza el esfuerzo y la perseverancia, en lugar de una que se descarrila por un pequeño contratiempo.
1. Los pequeños pasos conducen a grandes cambios
El progreso es acumulación. Hacer algo - cualquier cosa - de forma constante crea hábitos con el tiempo. Si haces ejercicio durante 20 minutos tres veces por semana, suman más de 50 horas de ejercicio al año. Un entrenamiento perdido aquí o allá no descarrilará su progreso, pero saltarse semanas seguidas sí lo hará. El objetivo es seguir avanzando, aunque sólo sea un pequeño paso.
2. Mejora con el tiempo
La constancia le permite aprovechar sus esfuerzos anteriores. Cuanto más entrenes, más mejorarás. Si esperas al momento “perfecto” para entrenar -cuando estés 100% motivado o tengas la rutina de entrenamiento perfecta- te perderás las ganancias incrementales. En fitness, cada sesión cuenta, incluso las que no parecen ideales.
3. Formación de hábitos
Los hábitos son los cimientos del éxito. Cuando realizas un comportamiento de forma constante, se convierte en automático. La motivación sólo te llevará hasta cierto punto. Al realizar pequeñas actividades con regularidad -ya sea un paseo de 10 minutos o una sesión rápida de ejercicio- se crean hábitos positivos que favorecen la salud a largo plazo. y fitness automáticos y mucho más fáciles de mantener.
4. Resiliencia mental
La constancia también refuerza la fortaleza mental. Cuando te comprometes a dar la cara, incluso cuando no te apetece, te entrenas para superar los retos. Esta capacidad de recuperación no sólo afecta a la forma física, sino también a la manera de afrontar la vida. Con el tiempo, desarrollarás una mentalidad que abraza el esfuerzo y la perseverancia, en lugar de una que se descarrila por un pequeño contratiempo.
Abandonar la perfección
La verdad es que siempre habrá días en los que estés demasiado cansado para entrenar o en los que la vida te lance una bola curva. Pero eso no significa que tengas que rendirte. La constancia consiste en encontrar un equilibrio, hacer lo que se puede y mantener el rumbo incluso cuando la vida (inevitablemente) se interpone en el camino. Los estudios demuestran que la constancia en el ejercicio desempeña un papel fundamental en el éxito a largo plazo. De hecho, el ejercicio frecuente y moderado es mejor para mantener la forma física y la salud que los esfuerzos extremos seguidos de largos periodos de inactividad.
La verdad es que siempre habrá días en los que estés demasiado cansado para entrenar o en los que la vida te lance una bola curva. Pero eso no significa que tengas que rendirte. La constancia consiste en encontrar un equilibrio, hacer lo que se puede y mantener el rumbo incluso cuando la vida (inevitablemente) se interpone en el camino. Los estudios demuestran que la constancia en el ejercicio desempeña un papel fundamental en el éxito a largo plazo. De hecho, el ejercicio frecuente y moderado es mejor para mantener la forma física y la salud que los esfuerzos extremos seguidos de largos periodos de inactividad.
Pasos prácticos para aumentar la coherencia
He aquí algunas formas prácticas de adoptar la coherencia y abandonar la mentalidad del todo o nada:
He aquí algunas formas prácticas de adoptar la coherencia y abandonar la mentalidad del todo o nada:
- Establecer objetivos realistas: Empiece poco a poco y progrese con el tiempo. Busca hábitos sostenibles, como hacer ejercicio tres veces por semana o moverte 20 minutos al día.Concéntrese en las acciones cotidianas: En lugar de intentar hacerlo todo bien, intenta progresar. Si no puedes hacer un entrenamiento completo, haz uno corto. Algo es mejor que nada.Perdónate por los deslices: Un entrenamiento perdido no es el fin del mundo. Vuelve a la rutina al día siguiente.Sigue tus progresos: Un diario, un gráfico mural o una aplicación de fitness pueden ayudarte a ver lo lejos que has llegado, incluso cuando parece que no estás progresando.Incorpore flexibilidad a su rutina: La vida da muchas vueltas, así que deja algo de margen. Asegúrate de que tienes otras opciones si no puedes ir al gimnasio o a tu sesión de fitness habitual.Celebre las pequeñas victorias: Reconoce y celebra tus esfuerzos, por pequeños que parezcan. Cada paso cuenta.
Al final, el secreto del éxito duradero no es hacerlo todo a la perfección, sino actuar con regularidad, incluso cuando las cosas no son perfectas. Si te centras en la constancia, construirás los cimientos de tu salud y forma física para toda la vida, capaces de capear cualquier temporal o bajón navideño.
En colaboración
Hannah Porteous es entrenadora personal y coach de bienestar en Sídney (Australia). Es fundadora de la comunidad de mujeres #PARKSWEAT (www.parksweat.com) y de Sydney Trail Sisters (@sydney_trail_sisters).
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