¿Hay que darlo todo o irse a casa?
La importancia de adaptar el entrenamiento a los niveles de energía
3 de octubre de 2022
No es una sensación agradable. Enfrentarse a una intensa sesión de entrenamiento sintiéndose agotado, con resaca o congestionado por un resfriado. Cambiar a una sesión de recuperación o a un día de descanso puede parecer una rendición, pero en realidad demuestra lo contrario. Prestar atención a cómo te sientes es una parte importante de ser un atleta adaptable, comprometido y constante. Y comprobar antes de cada sesión de entrenamiento tus niveles de energía, tu preparación mental, tu fatiga muscular y tu bienestar general es señal de que eres una persona dedicada al rendimiento y la salud a largo plazo.
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Hay un flujo constante de información que viaja desde el cuerpo al cerebro informando sobre los factores que influyen en la disposición para hacer ejercicio, sin embargo, muchas personas no prestan atención a esta información y no adaptan su entrenamiento. En el pasado, eslóganes como “dale duro o vete a casa” o “sin dolor no hay ganancia” animaban a la gente a ignorar las señales de advertencia y “superar” el cansancio o la enfermedad se consideraba un motivo de orgullo. Ahora sabemos que no es así.
Ya sea que te haya dado la gripe, estés agotado por el estrés, hayas dormido poco, estés pasando por un momento emocional difícil, hayas entrenado en exceso, tengas resaca o sufras de jet lag, todo eso afecta tu cuerpo. Y aunque el entrenamiento a menudo puede ser un alivio para el estrés, hay ocasiones en las que un entrenamiento intenso puede tener el efecto contrario. Entrenar en un estado subóptimo puede generar una mayor carga de estrés, lo que te hace más susceptible a las lesiones, el agotamiento, la fatiga y la limitación de tu recuperación tanto emocional como física. Estar atento a cómo te sientes y actuar en consecuencia no es señal de que estés fallando o teniendo problemas de motivación. Es entrenar de forma más inteligente, no más dura, evitando el agotamiento y respetando tu cuerpo. Es crear mejores resultados a largo plazo en cuanto a rendimiento y salud.
Y todo comienza simplemente registrándose.
Hay un flujo constante de información que viaja desde el cuerpo al cerebro informando sobre los factores que influyen en la disposición para hacer ejercicio, sin embargo, muchas personas no prestan atención a esta información y no adaptan su entrenamiento. En el pasado, eslóganes como “dale duro o vete a casa” o “sin dolor no hay ganancia” animaban a la gente a ignorar las señales de advertencia y “superar” el cansancio o la enfermedad se consideraba un motivo de orgullo. Ahora sabemos que no es así.
Ya sea que te haya dado la gripe, estés agotado por el estrés, hayas dormido poco, estés pasando por un momento emocional difícil, hayas entrenado en exceso, tengas resaca o sufras de jet lag, todo eso afecta tu cuerpo. Y aunque el entrenamiento a menudo puede ser un alivio para el estrés, hay ocasiones en las que un entrenamiento intenso puede tener el efecto contrario. Entrenar en un estado subóptimo puede generar una mayor carga de estrés, lo que te hace más susceptible a las lesiones, el agotamiento, la fatiga y la limitación de tu recuperación tanto emocional como física. Estar atento a cómo te sientes y actuar en consecuencia no es señal de que estés fallando o teniendo problemas de motivación. Es entrenar de forma más inteligente, no más dura, evitando el agotamiento y respetando tu cuerpo. Es crear mejores resultados a largo plazo en cuanto a rendimiento y salud.
Y todo comienza simplemente registrándose.
CÓMO REGISTRARSE:
Tómate un momento para pensar en tus niveles de energía y puntúa tu estado en una escala del 1 al 10. donde 1 significa estar completamente agotado o indispuesto, 5 significa tener una energía razonable y 10 significa estar lleno de energía y listo para actuar. No se trata de una ciencia exacta; Se trata de estar más en sintonía con lo que sientes. Al principio, es posible que confundas el estrés y la adrenalina con motivación y energía, o que confundas el agotamiento mental con falta de energía. Pero sigue observándote, cuanto más practiques, más preciso será.
Una vez que tengas tu puntuación, utiliza las siguientes pautas para ajustar tu carga de entrenamiento diaria y optimizar tanto tu sesión de entrenamiento como tu recuperación.
Nivel de energía 8+/10 –
Luz verde, a toda máquina.
Directriz: Sin restricciones de sesión.
Ejemplos: entrenamiento por umbrales, entrenamiento por intervalos de alta intensidad (HIIT), larga distancia.
sesiones de entrenamiento >90 minutos
Nivel de energía 5-7/10
Luz naranja, entrenamiento moderado
Recomendación: Evita el entrenamiento por intervalos y las sesiones de alta intensidad. Elige una sesión fácil.
<90 minutos de duración y centrarse en la calidad del movimiento más que en la intensidad. Este puede ser un buen momento.
centrarse en la técnica.
Ejemplos: correr, montar en bicicleta o nadar, yoga Vinyasa, resistencia con carga moderada.
entrenamiento, senderismo o desarrollo de técnicas.
Nivel de energía 1-4/10
Luz roja, tómatelo con calma.
Pauta: Los días de baja energía indican la necesidad de más recuperación o descanso. Si es leve
Si el movimiento te resulta demasiado agotador, descansa por completo y prioriza un sueño de calidad.
Ejemplos: Caminata ligera, Yin Yoga, pilates, natación ligera o descanso completo.
Para aquellos acostumbrados a recibir elogios por su capacidad para “superar” el cansancio, la enfermedad y el estrés, escuchar al cuerpo requerirá más práctica. Ser intuitivo en el entrenamiento puede resultar incómodo al principio, pero el Los beneficios que se obtienen son tanto a corto como a largo plazo, emocionales y físicos. – Sigue así.
Tómate un momento para pensar en tus niveles de energía y puntúa tu estado en una escala del 1 al 10. donde 1 significa estar completamente agotado o indispuesto, 5 significa tener una energía razonable y 10 significa estar lleno de energía y listo para actuar. No se trata de una ciencia exacta; Se trata de estar más en sintonía con lo que sientes. Al principio, es posible que confundas el estrés y la adrenalina con motivación y energía, o que confundas el agotamiento mental con falta de energía. Pero sigue observándote, cuanto más practiques, más preciso será.
Una vez que tengas tu puntuación, utiliza las siguientes pautas para ajustar tu carga de entrenamiento diaria y optimizar tanto tu sesión de entrenamiento como tu recuperación.
Nivel de energía 8+/10 –
Luz verde, a toda máquina.
Directriz: Sin restricciones de sesión.
Ejemplos: entrenamiento por umbrales, entrenamiento por intervalos de alta intensidad (HIIT), larga distancia.
sesiones de entrenamiento >90 minutos
Nivel de energía 5-7/10
Luz naranja, entrenamiento moderado
Recomendación: Evita el entrenamiento por intervalos y las sesiones de alta intensidad. Elige una sesión fácil.
<90 minutos de duración y centrarse en la calidad del movimiento más que en la intensidad. Este puede ser un buen momento.
centrarse en la técnica.
Ejemplos: correr, montar en bicicleta o nadar, yoga Vinyasa, resistencia con carga moderada.
entrenamiento, senderismo o desarrollo de técnicas.
Nivel de energía 1-4/10
Luz roja, tómatelo con calma.
Pauta: Los días de baja energía indican la necesidad de más recuperación o descanso. Si es leve
Si el movimiento te resulta demasiado agotador, descansa por completo y prioriza un sueño de calidad.
Ejemplos: Caminata ligera, Yin Yoga, pilates, natación ligera o descanso completo.
Para aquellos acostumbrados a recibir elogios por su capacidad para “superar” el cansancio, la enfermedad y el estrés, escuchar al cuerpo requerirá más práctica. Ser intuitivo en el entrenamiento puede resultar incómodo al principio, pero el Los beneficios que se obtienen son tanto a corto como a largo plazo, emocionales y físicos. – Sigue así.
No siempre se trata de no hacer nada. Se trata de adaptar el entrenamiento a tus niveles de energía y elegir el tipo de ejercicio adecuado. Tómate tu tiempo para evaluarte; trabaja de forma más inteligente, no más dura, y cosecha los frutos tanto en tu salud como en tu rendimiento.
Hannah Porteous es entrenadora personal y coach de bienestar en Sídney (Australia). Es fundadora de la comunidad de mujeres #PARKSWEAT (www.parksweat.com) y de Sydney Trail Sisters (@sydney_trail_sisters).
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