Antes de ganar su medalla de oro en los Mundiales en pista cubierta, la saltadora de altura Yaroslava Mahuchikh tuvo que hacer un viaje de 60 horas en coche para huir de las bombas y cohetes que cayeron sobre su país natal, Ucrania. Con una resistencia y una confianza en sí misma que hacen olvidar a todo el mundo que sólo tiene 20 años, Yaroslava afirma que ganó para proteger a su país en la pista de atletismo. Como parte de nuestra serie “Ella nos mueve”, CATch up se sentó con Yaroslava para hablar de sus comienzos en el deporte, su emotiva victoria en Belgrado y sus ambiciones. Nacida en Dnipro, la cuarta ciudad más grande de Ucrania, Yaroslava soñaba con una profesión creativa cuando iba al colegio: “Quería ser artista, porque pintaba mucho. También pensaba en ser cantante”. Las cosas cambiaron cuando empezó con el atletismo, primero como vallista y después como saltadora de altura. “Tenía unos 11 años cuando empecé. Entrené durante cinco años. Luego me di cuenta de que quería entrenarme para el Campeonato de Ucrania y después empecé a competir internacionalmente”, añade. Sus profesores no estaban muy seguros de su elección de carrera y le señalaron que no debía descuidar sus estudios por hacer deporte. “Esos profesores decían que el atletismo era sólo un hobby y que no debía tomármelo demasiado en serio. Pero yo les dije: No, yo quiero ser atleta. Y cuando termine mi carrera como atleta, quiero ser entrenadora‘. Les dije: Lo conseguiré’, recuerda Yaroslava. Su determinación dio sus frutos. A los 15 años, ganó el oro en el Campeonato Mundial Sub-18 de Nairobi, seguido de otro oro en el Campeonato Europeo Sub-18. Con su salto de 1,92 metros, Yaroslava se convirtió en la mejor atleta del mundo. Con su salto de 1,92 metros en Nairobi, logró la mejor marca jamás conseguida por una niña de 15 años. ‘Los profesores cambiaron de opinión’, dice Yaroslava sonriendo.