Sentado aquí en el Archivo PUMA, rodeado de clavos, camisetas y recuerdos del pasado, ¿qué se le pasó por la cabeza?Colin Jackson: Pasear por el Archivo es como retroceder en el tiempo. Ves las zapatillas, las diferentes combinaciones de colores, las equipaciones, y te transporta directamente a los momentos vividos en la pista. Luego ves tu propio nombre en un par de zapatillas con las que competiste, eso es muy especial. Es como abrir una cápsula del tiempo y me hace sonreír.

Jonathan Edwards: Para mí, se trata de ver la esencia de PUMA. El Archivo muestra la innovación, la pasión y el amor por el deporte que siempre han estado en el corazón de la empresa. Cuando entras aquí, no sólo ves productos, sino que te adentras en el ADN de PUMA. Es realmente especial, ¡me encanta estar aquí!

Echando la vista atrás: ¿Hubo algo que te hubiera gustado tener? ¿O se sintió equipado para su época?Jonathan: Me sentía completamente equipado: lo que teníamos era lo mejor de su época. Pero si hubiera podido combinar mi mejor forma con la tecnología actual, habría sido fascinante. Los nuevos clavos realmente dan a los atletas una ventaja cuantificable. Se puede ver en las actuaciones de hoy.

Colin: A mí me pasó lo mismo: mis clavos estaban listos para correr de inmediato, sin necesidad de rodaje. Nunca me sentí en desventaja. Pero si hubiéramos tenido las innovaciones de hoy, seguro que habría marcado una gran diferencia.

¿Ha habido algún producto innovador que le haya hecho pensar: “Esto lo cambia todo”?Colin: Para mí, fueron las PUMA Disc. El ajuste era perfecto: el equilibrio y el peso estaban exactamente donde los necesitaba. Me dio confianza enseguida, y como atleta, creer en tu producto no tiene precio. Y sí, ¡hasta el color importaba! Me encantaban mis clavos negros porque me hacían sentir bien. Y si te ves bien, te sientes bien, y eso te ayuda a rendir.

Jonathan: Nunca usé las Disc; me quedé con las de cordones, pero para mí se trataba más bien de una evolución gradual. Se lanzaron innovaciones, como la piel de tiburón, las placas de plástico y tantos colores diferentes. La suela de piel de tiburón funcionaba de maravilla en todas las condiciones. Después pasamos a las placas de plástico, que eran fantásticas hasta que llovía. El plástico en un bloque de salida mojado no es divertido; el pie puede resbalar mucho más fácilmente. Cada año probábamos algo nuevo y nos quedábamos con lo que nos gustaba. Cada paso aportaba mejoras, aunque algunas vinieran acompañadas de lecciones.

Cuando piensa en el futuro del atletismo -nuevos talentos, nuevas tecnologías-, ¿qué espera?Colin: Creo que este deporte se encuentra en un buen momento. Los aficionados lo adoran, los atletas se esfuerzan más que nunca y los grandes campeonatos siguen creando momentos inolvidables. Lo vi en París el año pasado, el público celebró a todos los ganadores, no sólo a los franceses. Esa pasión demuestra que el atletismo tiene un gran futuro.

Jonathan: No creo que el atletismo sea tan dominante como antes entre otros deportes. Pero creo que mostrar el lado tecnológico, la innovación que hay detrás del deporte, así como el esfuerzo físico, puede ayudar a despertar un nuevo interés y revigorizarlo. El núcleo del atletismo es excepcional: es duro, difícil de triunfar y difícil de mantener, y aun así es apreciado. Eso se ve en los grandes campeonatos, donde los aficionados lo adoran. Pero la Diamond League -el circuito, como diríamos nosotros- necesita una transformación. Y la tecnología podría desempeñar un papel importante para que la gente vuelva a enamorarse de este deporte.