Del entrenamiento al equilibrio. 

Sólo unas semanas antes, el paisaje parece notablemente distinto. Amanal Petros corre dentro de un grupo de los maratonianos más rápidos del mundo por el paisaje vacío del este de África, Kenia. “Paso aproximadamente la mitad del año entrenando en Kenia junto a los mejores maratonianos”, dice.

La vida cotidiana aquí es diferente, marcada por la repetición. No hay más que comer, entrenar y dormir. Es la base del éxito, pero al final sólo unos pocos pueden conseguirlo. “Para un maratón te entrenas durante meses, un periodo de pura concentración y disciplina. Día tras día, la misma rutina. Y entonces llega el día en que fracasas, por la razón que sea. Tienes que ser fuerte mentalmente para eso, de lo contrario puede destrozarte.”

En Tokio, es uno de los pocos y ocupa un merecido lugar en el podio.

Tras largos periodos de entrenamiento y competición, Amanal busca el equilibrio y una pequeña recompensa. “Después de un periodo intenso, como el que pasé hace poco en Tokio, también me doy el gusto de comerme una hamburguesa de vez en cuando. Una cerveza también está bien. Hemos pasado los tres últimos días en el Oktoberfest. Siempre intento disfrutar de la vida, ¡para eso está!”.

Raíces que nunca se van.

Nacido en Eritrea y criado en Etiopía, Amanal llegó a Alemania con 16 años. Mientras se sumerge en sus pensamientos, empiezas a ver las dos caras de quien es. “Crecí en un pequeño pueblo de la región de Tigray, sin electricidad ni coches. Todos los días caminaba seis kilómetros para ir y volver de la escuela. Teníamos mucho tiempo”. La vida entre vacas, cabras y un burro como medio de transporte parecía ordinaria entonces para Amanal, pero se convirtió en recuerdos especiales tras encontrar el camino a Alemania. “Aquí en Alemania, todo es completamente diferente - el idioma, la cultura, la mentalidad. La gente está mucho más preparada y todo está planeado. Pero aprecio cada mundo a su manera y experimentar ambas cosas es una experiencia realmente valiosa”.


Su pasión por el deporte y el running empezó en la infancia y siguió creciendo tras su llegada a Alemania, también gracias a nuevas oportunidades. “En Etiopía, Tenía sueños y objetivos, pero no las condiciones para hacerlos realidad.. Cuando llegué a Alemania, recibí todo lo que necesitaba para correr: zapatillas, equipamiento, entrenamiento. No había razón para decir que no. Ninguna razón para no intentarlo”.


Se tomó en serio esa razón. A lo largo de los últimos 14 años, se ha enfrentado a retos, ha establecido nuevas marcas personales y se ha convertido en un atleta profesional. principios de año, firmó su primer contrato con PUMA.

No sólo nosotros estamos orgullosos de tenerlo en nuestra familia PUMA. Como dice Amanal: “Mi relación con PUMA es como una familia. Colaboramos estrechamente, probamos nuevos productos y desarrollamos las mejores zapatillas. Nuestra colaboración se basa en la amistad y la confianza”.”

De cara al futuro, Amanal ya está de vuelta en Kenia, preparándose lo mejor que puede para su próximo gran acontecimiento en 2025: el prestigioso Maratón de Valencia, que tendrá lugar el 7 de diciembre de 2025. Como persona y como atleta, Amanal nos inspira y la Por supuesto, PUMA Fam volverá a animarle cuando tome las calles de Valencia.